doi: 10.56294/hl2024.361
ORIGINAL
Intervention strategies to encourage participation in preschool
Estrategias de intervención para fomentar la participación en preescolar
Astudillo Cobos Alexandra Cecilia1 *, Bravo Palma Rita María1 *, Montero Reyes Yilena1 *, Chila Cortez Sofia Vanessa1 *, Montoya Toala Gissella Margarita1 *, Sarango Sarango Ángela Jazmín1 *
1Universidad Estatal de Milagro. Ecuador.
Citar como: Astudillo Cobos AC, Bravo Palma RM, Montero Reyes Y, Chila Cortez SV, Montoya Toala GM, Sarango Sarango ÁJ. Intervention strategies to encourage participation in preschool. Health Leadership and Quality of Life. 2024; 3:.361. https://doi.org/10.56294/hl2024.361
Enviado: 02-03-2024 Revisado: 20-07-2024 Aceptado: 06-11-2024 Publicado: 07-11-2024
Editor: PhD.
Prof. Neela Satheesh
Autor para la correspondencia: Astudillo Cobos Alexandra Cecilia *
The study on the effectiveness of intervention strategies in the participation of children in preschool activities at the “Antonio Parra - Velasco” School reveals a positive impact in general, although it also indicates diversity in the levels of involvement. Active, child-centered methodologies, especially physical and collaborative activities, are noted for their ability to engage and foster social skills. However, significant difficulties are identified in activities that require verbal and emotional expression, suggesting the need to adapt strategies to ensure that all children feel comfortable participating. Diversification of pedagogical approaches is key; Combining physical activities with methods that promote verbal expression can create a more inclusive environment. Furthermore, the importance of personalized support for those children with low levels of participation is highlighted, offering interventions in small groups or individual sessions that facilitate self-expression. Collaboration with families is essential to reinforce the child’s development, creating a comprehensive approach that promotes learning. Finally, the need for reflective practice in education is highlighted, where continuous evaluation and feedback from students and families inform adjustments in methodologies, thus guaranteeing a more inclusive and effective education. In summary, diversity in participation requires continued attention and adaptation of strategies to ensure that all children benefit from learning in a nurturing and stimulating environment.
Keywords: Intervention; Participation; Inclusion; Active Methodologies; Personalized Support; Family Collaboration.
El estudio sobre la efectividad de las estrategias de intervención en la participación de niños en actividades preescolares de la Escuela “Antonio Parra - Velasco” revela un impacto positivo en general, aunque también indica diversidad en los niveles de involucramiento. Las metodologías activas y centradas en el niño, especialmente las actividades físicas y colaborativas, son destacadas por su capacidad para captar la atención y fomentar habilidades sociales. Sin embargo, se identifican dificultades significativas en actividades que requieren expresión verbal y emocional, lo que sugiere la necesidad de adaptar las estrategias para asegurar que todos los niños se sientan cómodos al participar. La diversificación de enfoques pedagógicos es clave; combinar actividades físicas con métodos que promuevan la expresión verbal puede crear un entorno más inclusivo. Además, se subraya la importancia del apoyo personalizado para aquellos niños con niveles bajos de participación, ofreciendo intervenciones en grupos pequeños o sesiones individuales que faciliten la autoexpresión. La colaboración con las familias es fundamental para reforzar el desarrollo del niño, creando un enfoque integral que favorezca el aprendizaje. Por último, se destaca la necesidad de una práctica reflexiva en la educación, donde la evaluación continua y la retroalimentación de estudiantes y familias informen ajustes en las metodologías, garantizando así una educación más inclusiva y efectiva. En resumen, la diversidad en la participación exige una atención continua y una adaptación de las estrategias para asegurar que todos los niños se beneficien del aprendizaje en un entorno acogedor y estimulante.
Palabras claves: Intervención; Participación; Inclusión; Metodologías Activas; Apoyo Personalizado; Colaboración Familiar.
INTRODUCCIÓN
La participación activa de los niños en el entorno preescolar es fundamental para su desarrollo integral. En esta etapa temprana, los pequeños comienzan a explorar el mundo que les rodea, desarrollando habilidades sociales, emocionales y cognitivas que sentarán las bases para su aprendizaje futuro. Sin embargo, fomentar esta participación puede ser un desafío para educadores y familias.
Este artículo aborda diversas estrategias de intervención que pueden ser implementadas en el aula para estimular la participación de los niños. Desde actividades lúdicas que promueven la colaboración hasta técnicas que fortalecen la autoestima y la autoeficacia, cada enfoque busca crear un ambiente inclusivo y motivador. Al reconocer y valorar las opiniones y emociones de los niños, se les empodera para que se conviertan en protagonistas de su propio aprendizaje, lo que no solo enriquece su experiencia en el preescolar, sino que también contribuye a un desarrollo social y emocional saludable.
A través de este análisis, se pretende ofrecer a educadores y padres herramientas prácticas y efectivas que les permitan cultivar un entorno de aprendizaje participativo y dinámico, donde cada niño se sienta escuchado, valorado y motivado a contribuir.
En la educación preescolar, la participación de los niños dentro del aula es fundamental para su desarrollo integral. La participación no solo promueve habilidades cognitivas, sino también socioemocionales, favoreciendo una base sólida para el aprendizaje futuro. Sin embargo, actualmente existe una preocupación creciente por la falta de participación de muchos niños en este nivel educativo, lo cual representa un desafío significativo para los educadores y las políticas educativas. Para Sevilla et al “el modelo educativo vigente presenta rasgos tradicionalistas y academicistas que repercuten y limitan posibilidades de creatividad, dispersión y disfrute de juegos de mejoramiento físico cognitivo que son esenciales en la etapa infantil entre los tres y cinco (3 y 5) años”.(1)
Este problema necesita ser investigado por varias razones. En primer lugar, el preescolar es una etapa crítica en el desarrollo de los niños, donde se establecen los cimientos para su futuro académico y social. La falta de participación puede llevar a una menor adquisición de habilidades esenciales, como la comunicación, la colaboración y la resolución de problemas. Además, los niños que no participan activamente pueden experimentar una menor motivación y autoestima, lo que puede afectar negativamente su actitud hacia la escuela en el futuro.(2)
La relación causa y efecto en este problema se puede observar en varios factores. Por un lado, la metodología de enseñanza y las estrategias pedagógicas utilizadas por los docentes juegan un papel crucial. Los métodos de enseñanza tradicionales y poco interactivos pueden no captar el interés de los niños, llevando a una participación pasiva. Por otro lado, factores individuales que puedan presentar los niños como la timidez, el nivel de desarrollo, incluso la alimentación y factores genéticos, sin dejar de mencionar que las diferencias culturales también pueden influir en la disposición de los niños a participar. Asimismo, el entorno del aula, incluyendo el tamaño del grupo, la disposición física del espacio y la calidad de las interacciones entre niños y el docente puede facilitar o inhibir la participación.(3)
Según la UNESCO (2022), el periodo que va desde el nacimiento hasta los ochoaños se caracteriza por el desarrollo significativo del cerebro de los niños y constituye una ventana de oportunidades esencial para la educación. Cuando los niños están sanos,seguros y aprenden bien durante sus primeros años, están más capacitados para alcanzarsu pleno potencial de desarrollo como adultos y participar eficazmente en la vida económica, social y cívica. La AEPI se considera un medio para promover la equidad yla justicia social, el crecimiento económico inclusivo y el avance del desarrollo sostenible.(4)
Es importante generar diversas estrategias para fomentar la participación de los niños en preescolar, creando espacios de aprendizaje que sean seguros, inclusivos y estimulantes, en la era digital que nos encontramos es necesario que los docentes integren herramientas tecnológicas para enriquecer el aprendizaje y la participación, desarrollar un currículo que sea relevante y contextualizado a la realidad de los niños, Kammerer refiere que “los docentes deben estar capacitados para seleccionar y utilizar adecuadamente las herramientas tecnológicas en el aula, así como para diseñar actividades y recursos digitales que se alineen con los objetivos educativos”.(5,6)
UNICEF y la OMS también proponen estrategias similares, enfatizando la educación temprana de alta calidad, el involucramiento de familias y comunidades, y la integración de programas de salud y bienestar.(7)
Cuando en el área de preescolar los niños demuestran poca participación en las actividades propuestas por los docentes, muestran dificultades en el desarrollo cognitivo y poco involucramiento en el proceso enseñanza – aprendizaje es un tema que merece atención, al ser una problemática visiblemente latente en la Escuela “Antonio Parra - Velasco” se puede decir que es un tema de actualidad que al ser analizado a profundidad y de primera mano, permitirá conocer cuáles son las causas que están generando este comportamiento en los niños , pero principalmente la investigación dará las pautas para determinar las posibles estrategias a implementar y que ayudarían a fomentar la participación de los niños.
El estudio emplea un enfoque mixto que integra elementos cuantitativos y cualitativos para investigar la efectividad de diversas estrategias de intervención en la participación de los niñosen actividades preescolares. Este enfoque permite una comprensión más completa y profunda de cómo las diferentes metodologías pedagógicas afectan el nivel de involucramiento de los niños en el entorno educativo. Componentes del Enfoque Mixto:
A. Utilización de encuestas estructuradas para recolectar datos numéricos sobre la implementación y percepción de las estrategias de intervención por parte de los maestros.
B. Análisis cuantitativo de datos para cuantificar la frecuencia de uso, duración y otros aspectos relevantes de cada tipo de intervención.
C. Implementación de una guía de observación detallada para registrar la participación de los niños en actividades preescolares según criterios específicos como la frecuencia, intensidad, calidad de interacción y satisfacción.
D. Análisis cualitativo de los datos observacionales y respuestas abiertas de las encuestas para identificar patrones, temas emergentes y percepciones sobre la efectividad de las estrategias de intervención.
Modalidad: Se recopilarán datos tanto cualitativos como cuantitativos.
Procesamiento de Datos Cualitativos: Análisis de contenido de entrevistas y observaciones para identificar temas y patrones relacionados con la participación de los niños.
Procesamiento de Datos Cuantitativos: Análisis estadístico descriptivo e inferencial para examinar las diferencias en el nivel de participación según las diferentes estrategias de intervención.
Se utilizará un diseño experimental cuasiexperimental:
1. Grupo Experimental: Se aplicarán diferentes tipos de estrategias de intervención en grupos específicos de niños preescolares.
2. Grupo de Control: Otros grupos de niños preescolares participarán en actividades normales sin intervención específica.
3. Mediciones: Antes y después de la intervención, se evaluará el nivel de participación de los niños mediante observaciones estructuradas, cuestionarios y evaluaciones de desempeño.
1. Se garantizará el consentimiento informado de los padres y/o tutores legales de los niños participantes. Se respetarán las normativas éticas y de privacidad pertinentes durante todas las fases del estudio.
2. Este diseño permitirá evaluar de manera efectiva cómo diferentes estrategias de intervención pueden influir en la participación de los niños en actividades preescolares, proporcionando datos valiosos para la mejora de prácticas educativas en la escuela Antonio Parra Velasco.
En el presente capítulo, exploraremos en profundidad la participación de los niños en el nivel preescolar de la Escuela Antonio Parra Velasco. El objetivo es comprender cómo las diversas actividades y estrategias pedagógicas influyen en el involucramiento de los estudiantes en el aula, con un enfoque especial en las dinámicas de grupo, las actividades creativas y las sesiones de aprendizaje físico. Analizaremos cómo estas prácticas afectan la interacción social, la expresión de ideas y la colaboración entre los pequeños, destacando las áreas de éxito y aquellas que requieren mejoras. A través de una revisión detallada de los métodos utilizados y los resultados obtenidos, este capítulo pretende ofrecer una visión integral sobre las formas en que la Escuela Antonio Parra Velasco fomenta y optimiza la participación en el entorno preescolar, proporcionando valiosos conocimientos para el diseño de estrategias educativas más efectivas y ajustadas a las necesidades de los estudiantes.
Figura 1. Gráfico de barras de Guía de observación en niños
Análisis e interpretación
El análisis de los resultados de las preguntas revela varias tendencias clave sobre la participación y comportamiento de los estudiantes en el aula. En general, los resultados muestran un equilibrio entre las respuestas calificadas como “regulares” y “altas”. Por ejemplo, en la pregunta 1, un 46,2 % de los estudiantes tiene una participación moderada en las discusiones grupales, mientras que un 34,6 % muestra una participación alta. Este patrón se repite en otras áreas evaluadas, como en la pregunta 2, donde un 38,4 % de los estudiantes tiene una participación regular.
Las preguntas relacionadas con la atención y comportamiento (pregunta 3) indican que un 76,9 % de los estudiantes muestra un alto nivel de atención, mientras que el compromiso en actividades colaborativas (pregunta 4) se califica como alto en un 46,2 %. Otros aspectos como la motivación (pregunta 5) y la ejecución de actividades (pregunta 6) también reflejan una tendencia mayoritaria de respuestas altas, con un 69,2 % en ambos casos.
La colaboración efectiva (pregunta 7) es alta en un 65,4 %, mientras que en la capacidad de comunicación (pregunta 8) se observa un 50 % de respuestas regulares y un 34,6 % altas, lo que sugiere que aún hay margen de mejora en la expresión de pensamientos y emociones en el aula.
Este análisis proporciona una perspectiva integral sobre las dinámicas de participación y comportamiento de los estudiantes, con predominancia de niveles altos y regulares en varios aspectos evaluados.
En una observación en un aula de preescolar, se implementó una actividad grupal sobre “los medios de transporte”. Se evidenciaron diferencias notables en la participación de los estudiantes. Algunos, como Carla, mostraron un alto nivel de implicación, expresándose con claridad y guiando a sus compañeros en actividades colaborativas, como la construcción de una maqueta de papel. En contraste, otros, como Juan, participaron de manera más pasiva, sin tomar iniciativa en las discusiones o dinámicas grupales.
Este contraste revela la necesidad de adaptar las estrategias pedagógicas según las necesidades individuales de los estudiantes. Mientras que algunos, como Carla, responden bien a actividades que fomentan la expresión verbal y el liderazgo, otros, como Juan, podrían beneficiarse de enfoques más específicos para fortalecer su confianza y participación, como juegos de rol o tareas guiadas.
Además, un grupo intermedio de estudiantes mostró una participación ocasional, lo que indica que podrían beneficiarse de un entorno que promueva su intervención mediante actividades más creativas y físicas. En general, este análisis subraya la importancia de personalizar las estrategias educativas para atender las diversas formas en que los niños se involucran en el aula, favoreciendo así un desarrollo integral que abarque tanto habilidades cognitivas como emocionales y sociales.
De la observación realizada a los niños de educación inicial de la escuela Antonio Parra Velasco, se obtuvo los siguientes resultados sobre la participación. ¿Participan activamente en las discusiones grupales?
La participación en discusiones grupales es regular, lo que indica que algunos niños participan activamente, pero otros lo hacen de manera más limitada, sugiriendo la necesidad de estrategias adicionales para fomentar su implicación. ¿Levantan la mano para contestar preguntas o intervenir?
El porcentaje de niños que levantan la mano es regular, lo que implica una disposición moderada a participar. Algunos lo hacen frecuentemente, mientras que otros requieren estímulos para sentirse más cómodos al intervenir. ¿Escuchan atentamente al compañero y al maestro?
El nivel de atención es alto, mostrando que la mayoría de los niños escucha con respeto tanto a sus compañeros como al maestro, lo cual refleja un ambiente de aula positivo. ¿Se involucran en las actividades en grupo?
El nivel de involucramiento en actividades grupales es alto, lo que indica que la mayoría de los niños participa activamente y de forma entusiasta en actividades colaborativas. ¿Muestran interés en las actividades propuestas?
El interés en las actividades propuestas es alto, lo que sugiere que la mayoría de los niños se siente motivada y entusiasmada por las tareas, favoreciendo un entorno de aprendizaje comprometido. ¿Siguen las instrucciones dadas durante las actividades?
El seguimiento de las instrucciones es alto, indicando que los niños entienden y cumplen bien las indicaciones, lo que facilita la ejecución organizada de las actividades en el aula. ¿Trabajan bien con otros niños en tareas colaborativas?
La capacidad para colaborar es alta, lo que demuestra que la mayoría de los niños trabaja bien en equipo, contribuyendo de manera efectiva en las tareas grupales. ¿Expresan sus ideas y sentimientos con claridad?
La claridad en la expresión de ideas y sentimientos es regular, lo que sugiere que algunos niños se expresan claramente, mientras que otros requieren apoyo adicional para mejorar sus habilidades de comunicación.
Figura 2. Gráfico de barras de Encuesta a docentes
El análisis muestra que la mayoría de los niños (66,7 %) están interesados y motivados en las actividades propuestas en el aula, aunque un 33,3 % se mantiene neutral, sugiriendo que algunos estudiantes podrían requerir más estímulos para involucrarse. El 100 % de los encuestados coincide en que las actividades están bien diseñadas para captar la atención de los niños y fomentar su participación.
En cuanto a la participación en discusiones y juegos grupales, un 66,7 % se muestra neutral, lo que indica que la participación activa varía y que algunos niños necesitan más apoyo para involucrarse completamente. Sin embargo, el 100 % está de acuerdo en que se utilizan una variedad de métodos para fomentar la participación de todos.
Sobre la comodidad para hacer preguntas y compartir ideas, el 66,7 % está de acuerdo en que los niños se sienten seguros, mientras que un 33,3 % se mantiene neutral, lo que sugiere que algunos podrían aún tener reservas. Además, el 100 % de los encuestados cree que se ofrece retroalimentación positiva, motivando a los niños a participar más.
Respecto al seguimiento de instrucciones, el 66,7 % de los encuestados es neutral, indicando que la adherencia a las indicaciones es inconsistente, y se podrían mejorar las estrategias de comunicación. En cuanto al ambiente del aula, el 100 % está de acuerdo en que es inclusivo y favorece la participación de todos.
Finalmente, aunque la mayoría considera que las estrategias para mantener el interés de los estudiantes son adecuadas, algunos creen que podrían mejorarse. El 100 % también está de acuerdo en que hay un equilibrio adecuado entre las actividades dirigidas y el tiempo libre, lo que sugiere que el enfoque pedagógico actual satisface las necesidades de los estudiantes.
Los resultados generales de la encuesta muestran percepciones positivas, con un alto grado de satisfacción respecto a las estrategias y el ambiente del aula. No obstante, existen áreas como la participación activa en juegos y discusiones grupales y el seguimiento de instrucciones, donde se observan respuestas más neutrales, lo que podría indicar la necesidad de ajustes o enfoques diferenciados para asegurar que todos los estudiantes se involucren de manera equitativa y efectiva.
• El 66,7 % de los docentes considera que los niños muestran interés y entusiasmo en las actividades. Sin embargo, un 33,3 % se mantiene neutral, lo que sugiere que algunos niños podrían necesitar actividades más personalizadas para aumentar su motivación.
• El 100 % de los docentes está de acuerdo en que las actividades están bien diseñadas para captar la atención de los niños, lo que demuestra su efectividad para involucrar a los estudiantes.
• El 66,7 % de los docentes es neutral respecto a la participación activa de los niños en actividades grupales, y solo el 33,3 % está de acuerdo, lo que indica la necesidad de nuevas estrategias para fomentar una participación más equitativa.
• El 100 % de los docentes está de acuerdo en que se utilizan diversos métodos para fomentar la participación, lo que subraya la efectividad de las estrategias implementadas en el aula.
• El 66,7 % de los docentes cree que los niños se sienten cómodos expresando ideas, mientras que un 33,3 % es neutral, lo que sugiere que algunos estudiantes pueden beneficiarse de un entorno más abierto.
• El 100 % de los docentes está de acuerdo en que se proporciona retroalimentación positiva que motiva a los niños, lo que refleja un entorno de apoyo que incentiva su participación.
• Solo el 33,3 % de los docentes está de acuerdo en que los niños siguen las instrucciones regularmente, mientras que el 66,7 % es neutral, lo que podría sugerir la necesidad de mejorar la claridad de las indicaciones
• El 100 % de los docentes está de acuerdo en que el ambiente del aula es inclusivo, garantizando que todos los niños se sientan valorados y puedan participar.
• El 66,7 % de los docentes cree que las estrategias para mantener el interés de los niños son adecuadas, mientras que el 33,3 % está totalmente de acuerdo, sugiriendo que hay margen para mejorar la motivación.
• El 100 % de los docentes está de acuerdo en que existe un equilibrio adecuado entre las actividades estructuradas y la exploración individual, lo que fomenta tanto la dirección como la autonomía en el aprendizaje.
La encuesta realizada a los docentes de la escuela Antonio Parra Velasco revela varias percepciones clave sobre la participación de los niños en preescolar. En general, los docentes consideran que los niños muestran interés y entusiasmo por las actividades, aunque no de manera uniforme. Las actividades en el aula son vistas como bien diseñadas para captar la atención de los estudiantes, aunque podría haber margen para mejoras. En cuanto a la participación en discusiones y juegos grupales, la mayoría de los docentes adopta una postura neutral, lo que indica la necesidad de explorar estrategias adicionales para fomentar una mayor participación.
Los docentes coinciden en que utilizan una variedad de métodos para fomentar la participación, aunque no todos están completamente convencidos de su efectividad. Además, la mayoría cree que los niños se sienten cómodos haciendo preguntas y compartiendo ideas, aunque podría haber oportunidades para mejorar la atmósfera de confianza.
La retroalimentación positiva se valora como una herramienta efectiva para motivar a los estudiantes, pero algunos docentes ven margen para mejorar su impacto. La consistencia en el seguimiento de instrucciones por parte de los niños parece ser un área de incertidumbre, ya que las respuestas varían.
El ambiente en el aula es considerado inclusivo, aunque hay espacio para fortalecer la sensación de apoyo para todos los niños. Las estrategias para mantener el interés y la motivación son vistas como eficaces, aunque podrían optimizarse. Finalmente, se considera adecuado el equilibrio entre actividades dirigidas y tiempo para la exploración individual, pero también aquí podría haber oportunidad para ajustes que mejoren este balance.
La educación preescolar es una etapa crucial en el desarrollo integral de los niños, donde se sientan las bases para aprendizajes futuros y se desarrollan habilidades sociales, emocionales y cognitivas. Los resultados recientes sobre las estrategias pedagógicas actuales en este nivel educativo son alentadores, mostrando un impacto positivo en la mayoría de los estudiantes.(8,9,10,11,12) Sin embargo, es fundamental considerar que la diversidad en los niveles de participación indica que no todas las metodologías están alcanzando a todos los niños de manera equitativa. Esta situación plantea la necesidad de evaluar y diversificar las estrategias utilizadas en el aula para garantizar una educación inclusiva y efectiva.(13,14)
Las estrategias pedagógicas en preescolar se han orientado hacia metodologías activas y centradas en el niño, fomentando la exploración y el juego. Entre estas, las actividades físicas y colaborativas se destacan como las más efectivas para fomentar el compromiso de los estudiantes. Estas actividades permiten que los niños interactúen de manera libre y activa, lo que resulta en un ambiente de aprendizaje más dinámico y atractivo.(15) El movimiento y la colaboración no solo capturan la atención de los niños, sino que también facilitan el aprendizaje a través de la experiencia y la interacción social.
Por ejemplo, juegos en equipo y actividades grupales no solo promueven el ejercicio físico, sino que también son fundamentales para desarrollar habilidades sociales. Al colaborar, los niños aprenden a compartir, negociar y resolver conflictos, habilidades que son esenciales para su desarrollo emocional y social.(16) Fomentar la colaboración desde una edad temprana es crucial, ya que establece patrones de interacción que pueden perdurar a lo largo de la vida.
A pesar de los beneficios evidentes de las actividades físicas y colaborativas, se ha observado que las actividades que requieren expresión verbal o emocional presentan desafíos significativos para un grupo considerable de estudiantes. Esto puede deberse a diversas razones, incluyendo la ansiedad, la falta de habilidades comunicativas o un ambiente que no resulta suficientemente acogedor para la expresión de sentimientos y pensamientos.(17)
La dificultad para participar en actividades que requieren comunicación puede limitar la capacidad de los niños para expresar sus necesidades y emociones. Además, puede afectar su autoestima y confianza en el aula, lo que, a su vez, puede influir en su disposición para participar en futuras actividades. Este hallazgo subraya la necesidad urgente de adaptar las metodologías para crear espacios donde todos los niños se sientan seguros y apoyados en su proceso de expresión.(18)
La sugerencia de diversificar las estrategias pedagógicas es clave para abordar esta problemática. Una combinación de actividades físicas y creativas, junto con enfoques más estructurados, puede ayudar a crear un ambiente inclusivo donde todos los estudiantes se sientan valorados y capaces de participar. Por ejemplo, se podrían implementar juegos que integren elementos de expresión verbal de manera lúdica. Esto permitiría a los niños practicar sus habilidades comunicativas sin la presión de una evaluación formal, lo que puede ser un factor disuasorio para muchos.(19)
Al introducir actividades que fusionen el movimiento con la expresión verbal, los educadores pueden disminuir la ansiedad que algunos niños sienten al hablar en público. Por ejemplo, juegos de rol que incluyan narraciones o dramatizaciones pueden ofrecer una plataforma donde los niños puedan expresarse de manera creativa, fomentando su autoexpresión en un contexto seguro y divertido.(20)
Además de diversificar las estrategias pedagógicas, es vital ofrecer apoyo adicional a los estudiantes que presentan niveles bajos de participación. Las intervenciones personalizadas, como sesiones de apoyo individual o en grupos pequeños, pueden ser altamente efectivas.(21) En estos entornos más íntimos, los niños pueden explorar la expresión verbal y emocional en un contexto donde se sientan más cómodos. Esto no solo les brinda la oportunidad de practicar, sino que también les ayuda a construir confianza en sus habilidades.
El involucrar a las familias en el proceso educativo también es crucial. La colaboración entre la escuela y el hogar puede reforzar la confianza y las habilidades sociales de los niños en casa. Los padres pueden ser motivados a participar en actividades que fomenten la comunicación en el hogar, como juegos de mesa que requieran turnarse para hablar o contar historias en conjunto.(22) Este enfoque integral ayuda a establecer un puente entre el aprendizaje en la escuela y en casa, promoviendo un desarrollo más cohesivo.
Para que estas estrategias sean efectivas, es necesario crear un ambiente de aula que sea seguro y acogedor. Los educadores deben trabajar activamente para establecer normas de respeto y apoyo mutuo.(23) Esto puede incluir prácticas como el establecimiento de un “código de conducta” que fomente la escucha activa y el respeto por las opiniones de los demás. Un ambiente positivo y de apoyo puede reducir la ansiedad que sienten algunos niños al expresarse, y fomentar un sentido de comunidad dentro del aula.
Además, es importante considerar las diferencias culturales y lingüísticas que pueden influir en la participación de los estudiantes. La inclusión de actividades que reconozcan y valoren la diversidad cultural no solo enriquecerá el ambiente de aprendizaje, sino que también permitirá que todos los niños se sientan representados y valorados.(24)
Por último, es esencial que los educadores realicen evaluaciones continuas sobre la efectividad de las estrategias implementadas. La reflexión sobre la práctica pedagógica permite identificar qué metodologías funcionan mejor y cuáles necesitan ajustes. La retroalimentación de los estudiantes, así como de sus familias, puede ser una fuente valiosa de información que guíe la mejora continua del proceso educativo.(25,26,27)
La evaluación de las estrategias pedagógicas en el ámbito preescolar ha arrojado resultados positivos en gran parte de los estudiantes, lo cual confirma la efectividad general de las metodologías implementadas. Sin embargo, se han observado diferencias significativas en los niveles de participación, lo que sugiere que no todas las estrategias son igualmente efectivas para todos los niños. Esto plantea importantes desafíos y oportunidades para optimizar las prácticas educativas, adaptando los enfoques a las necesidades de cada estudiante.
Un aspecto clave que surge de esta evaluación es la importancia de la inclusividad en el aula. La diversidad de habilidades, estilos de aprendizaje y antecedentes culturales requiere que los educadores diseñen actividades que involucren activamente a todos los estudiantes. Las actividades físicas y colaborativas han demostrado ser particularmente exitosas en captar la atención de los niños, fomentando la interacción social y promoviendo el desarrollo de habilidades emocionales y sociales. El trabajo colaborativo no solo refuerza las relaciones entre los niños, sino que también contribuye a la creación de una comunidad de aprendizaje inclusiva y solidaria.
No obstante, un desafío recurrente es el nivel de participación en actividades que requieren expresión verbal o emocional. Un segmento importante de estudiantes parece encontrar dificultades para participar en estas actividades, lo que puede deberse a la ansiedad o a la falta de habilidades comunicativas. Ante esto, es fundamental que los docentes adapten sus estrategias para garantizar que todos los niños se sientan cómodos y seguros al expresar sus pensamientos y emociones. El diseño de actividades que integren de manera lúdica elementos de expresión verbal puede ayudar a superar estas barreras y promover una mayor participación.
La diversificación de las estrategias pedagógicas también se presenta como una solución efectiva para atender las diferentes necesidades de los niños. La combinación de actividades físicas, creativas y estructuradas puede crear un ambiente inclusivo que facilite el aprendizaje de todos los estudiantes. Los juegos que integren de manera natural la expresión verbal en un entorno menos formal pueden reducir la presión asociada con la evaluación y permitir que los niños desarrollen sus habilidades comunicativas de manera más fluida y espontánea. Este enfoque no solo apoya el desarrollo del lenguaje, sino que también estimula la creatividad y la imaginación, aspectos fundamentales en el desarrollo infantil.
Además, se destaca la importancia del apoyo personalizado para aquellos niños que muestran niveles bajos de participación. Las intervenciones individuales o en pequeños grupos proporcionan un espacio más cómodo y adaptado donde los estudiantes pueden explorar sus habilidades a su propio ritmo. Estas intervenciones pueden diseñarse específicamente para abordar las barreras que enfrentan algunos niños, ayudándolos a ganar confianza y mejorar su participación en actividades grupales. La colaboración con las familias es otro aspecto crucial en este proceso. Involucrar a los padres en el desarrollo educativo de sus hijos no solo refuerza el aprendizaje en casa, sino que también permite un enfoque más integral y coherente entre el entorno escolar y familiar.
Por último, la evaluación continua y la reflexión sobre las estrategias pedagógicas implementadas son esenciales para mejorar las prácticas educativas. Los educadores deben estar abiertos a ajustar sus métodos en función de las necesidades cambiantes de los estudiantes y de la retroalimentación que reciban tanto de los niños como de sus familias. Esta práctica reflexiva permite identificar áreas de mejora y garantizar que las estrategias pedagógicas sigan siendo efectivas y relevantes para el desarrollo integral de los estudiantes.
En resumen, el análisis de las estrategias pedagógicas en preescolar resalta la importancia de la inclusividad, la diversificación de las metodologías, el apoyo personalizado y la mejora continua como elementos clave para maximizar la participación y el desarrollo de todos los estudiantes. Estas prácticas no solo promueven el aprendizaje académico, sino que también contribuyen al desarrollo emocional y social de los niños, preparándolos para una experiencia educativa más completa y satisfactoria.
FINANCIACIÓN
Ninguna.
CONFLICTOS DE INTERESES
Ninguno. Los autores declaramos que no existe conflicto de interés.
CONTRIBUCIÓN DE AUTORÍA
Conceptualización: Astudillo Cobos Alexandra Cecilia, Bravo Palma Rita María, Montero Reyes Yilena, Chila Cortez Sofia Vanessa, Montoya Toala Gissella Margarita, Sarango Sarango Ángela Jazmín.
Curación de datos: Astudillo Cobos Alexandra Cecilia, Bravo Palma Rita María, Montero Reyes Yilena, Chila Cortez Sofia Vanessa, Montoya Toala Gissella Margarita, Sarango Sarango Ángela Jazmín.
Análisis formal: Astudillo Cobos Alexandra Cecilia, Bravo Palma Rita María, Montero Reyes Yilena, Chila Cortez Sofia Vanessa, Montoya Toala Gissella Margarita, Sarango Sarango Ángela Jazmín.
Investigación: Astudillo Cobos Alexandra Cecilia, Bravo Palma Rita María, Montero Reyes Yilena, Chila Cortez Sofia Vanessa, Montoya Toala Gissella Margarita, Sarango Sarango Ángela Jazmín.
Metodología: Astudillo Cobos Alexandra Cecilia, Bravo Palma Rita María, Montero Reyes Yilena, Chila Cortez Sofia Vanessa, Montoya Toala Gissella Margarita, Sarango Sarango Ángela Jazmín.
Administración del proyecto: Astudillo Cobos Alexandra Cecilia, Bravo Palma Rita María, Montero Reyes Yilena, Chila Cortez Sofia Vanessa, Montoya Toala Gissella Margarita, Sarango Sarango Ángela Jazmín.
Recursos: Astudillo Cobos Alexandra Cecilia, Bravo Palma Rita María, Montero Reyes Yilena, Chila Cortez Sofia Vanessa, Montoya Toala Gissella Margarita, Sarango Sarango Ángela Jazmín.
Software: Astudillo Cobos Alexandra Cecilia, Bravo Palma Rita María, Montero Reyes Yilena, Chila Cortez Sofia Vanessa, Montoya Toala Gissella Margarita, Sarango Sarango Ángela Jazmín.
Supervisión: Astudillo Cobos Alexandra Cecilia, Bravo Palma Rita María, Montero Reyes Yilena, Chila Cortez Sofia Vanessa, Montoya Toala Gissella Margarita, Sarango Sarango Ángela Jazmín.
Validación: Astudillo Cobos Alexandra Cecilia, Bravo Palma Rita María, Montero Reyes Yilena, Chila Cortez Sofia Vanessa, Montoya Toala Gissella Margarita, Sarango Sarango Ángela Jazmín.
Visualización: Astudillo Cobos Alexandra Cecilia, Bravo Palma Rita María, Montero Reyes Yilena, Chila Cortez Sofia Vanessa, Montoya Toala Gissella Margarita, Sarango Sarango Ángela Jazmín.
Redacción-borrador original: Astudillo Cobos Alexandra Cecilia, Bravo Palma Rita María, Montero Reyes Yilena, Chila Cortez Sofia Vanessa, Montoya Toala Gissella Margarita, Sarango Sarango Ángela Jazmín.
Redacción – revisión y edición: Astudillo Cobos Alexandra Cecilia, Bravo Palma Rita María, Montero Reyes Yilena, Chila Cortez Sofia Vanessa, Montoya Toala Gissella Margarita, Sarango Sarango Ángela Jazmín.